El Domingo pasado, pensando en la semanita "de aúpa" que me esperaba, me senté en el sofá (en muy grata compañía) a ver un programa del que reconozco ser gran seguidor. Pero esta vez, no solo consiguió entretenerme, además me llevó a la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Seguramente era la misma que se le quedó al pequeño Michael (el protagonista de esta historia).
Posiblemente, a este muchacho no le haya sorprendido la crisis. Él nació en crisis y, con toda seguridad, morirá en crisis. Pero desde aquel día, cuando conoció a aquellos dos chavales sevillanos, su vida (a pesar de ser 100% igual) será 100% diferente. La joven pareja se lo encontró desfallecido en la calle y decidió "sacrificar" el posible premio que iban a ganar por echarle una mano.
Quizá no parezca gran cosa, porque al fin y al cabo, ellos están allí para divertirse, concursar e incluso hacerse famosos.
Estoy seguro de que gestos como este hay miles cada día en Nueva York, Delhi, Albacete o mi barrio. Por eso quiero poner mi granito de arena para que asomen entre las páginas repletas de 'deficits', 'inflaciones' y subidas y bajadas del IBEX.
Gracias chicos. ¡Enhorabuena Michael! :)
